jueves, 19 de septiembre de 2019

Espiritu de Amadeus (Profeta Adrian Amado)













































"ASMODEO"

Conocida por muchas culturas, provenientes de muchos nombres, responsable de los deseos sexuales de los humanos, condenando a las almas al segundo círculo del infierno. (La divina comedia)

En el Libro de Tobit, Asmodeus (Asmodeo) se enamora de Sarah, hija de Raquel, y cada vez que aquella contrae matrimonio, mata al marido durante la noche de bodas. Así llega a matar a siete hombres, impidiendo que consumen el matrimonio. Más tarde, Sarah se promete a un joven llamado Tobías, hijo de Tobit. Éste recibe la ayuda del arcángel Rafael, el cual le enseña cómo librarse del demonio. De este modo, Tobías toma un pez y le arranca el corazón, los riñones y el hígado, colocándolos sobre brasas. Asmodeus no puede soportar los vapores así desprendidos, y huye a Egipto, en donde Rafael lo encadena. No se sabe más de la suerte que corre este demonio, pero se le presenta como símbolo del deseo carnal.

Asmodeo es el demonio de los pecados carnales, el ser que se encarga de llevar a los hombres a las turbias aguas de la lascivia. Él disfruta incitando la infidelidad y destruyendo noviazgos y matrimonios. Como pocos, Asmodeo es un demonio que aparece en la Biblia como un ser bien diferenciado de Satanás.

Es considerado como uno de los siete príncipes del Infierno. Se le atribuye ser el constructor del Templo de Salomón prenda que le impuso el sabio rey al haber perdido algún tipo de apuesta con este. Asmodeo tiene bajo su mando a setenta y dos legiones de demonios inferiores, y goza de su capacidad de corromper a los humanos llevándolos a la enajenación  por las apuestas, el libertinaje, la obscenidad y la lujuria.

Asmodeo  es concebido como el demonio responsable de pervertir los deseos sexuales de los humanos, de motivar la voluptuosidad y hacer que las almas sean condenadas al. Según el papa Gregorio el Grande, Asmodeo, en su época de ángel celestial había pertenecido a la Orden de los Tronos.

Nada mejor para mostrar el rol de éste demonio que las palabras que el mismo profiere en el Testamento de Salomón:

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